Cincuenta años después de su creación, Prad sigue siendo una empresa francesa independiente, ahora especializada en la decoración de envases de vidrio y aluminio reciclables. Entre sus referencias figuran Chanel, Coach, Diptyque, Lalique, Parfums de Marly y muchas otras marcas prestigiosas.
Prad persigue su ambición de innovación y desarrollo en estricto cumplimiento de sus políticas de calidad y RSC, invirtiendo y desarrollando nuevas tecnologías asociadas a la metalización y reforzando su I+D, con el fin de mantener un alto nivel de satisfacción de sus clientes.
Prad domina las siguientes tecnologías clave: metalización líquida, lacado, acabado láser y técnicas de serigrafía, tampografía y estampación en caliente. Utilizadas individualmente o en combinación, ofrecen una amplia gama de renders, matices, efectos de color y/o material, y líneas extremadamente precisas. Los diseños resultantes, de calidad impecable, son tan atractivos a la vista como atractivos al tacto, y ayudan a las marcas a crear la experiencia sensorial que desean ofrecer a los consumidores.
La empresa se basa en sus equipos recientes, sus prácticas y sus procesos industriales respetuosos con el medio ambiente, reforzados por la profesionalidad y el compromiso de su equipo, centrado en la satisfacción del cliente. La empresa participa en el programa Industrie du futur 2.0 de la región de Auvernia-Ródano-Alpes y es miembro activo del Pacto Mundial de las Naciones Unidas.
Prad, un pionero
Gérard y Marie-Anne Béranger fundaron Prad en 1972. Al principio, la vocación de la empresa era decorar los tapones de frascos de perfume y tarros de cosméticos. A instancias de un cliente, la empresa desarrolló barnices de metalización para vidrio y se convirtió en especialista en metalización de vidrio.
Consciente de las ventajas creativas e industriales de barnizar los frascos de vidrio, Gérard Béranger inventó el lacado del vidrio en los años ochenta. Esta innovación dio lugar al lanzamiento de Rose Cardin, la primera línea de frascos lacados para un perfume selectivo.
En 1998, Nina Ricci Fragrances pidió a Prad que creara la decoración completa de la fragancia Deci Delà, consistente en un acabado lacado multicolor y serigrafía en relieve, una nueva innovación de Prad.
Al integrar sucesivamente diferentes técnicas de impresión, Prad ofrece una gama muy amplia de procesos de acabado orgánico. Siempre atenta a desarrollar su experiencia utilizando tecnologías útiles y respetuosas con el medio ambiente, la empresa innovó una vez más en 2009 desarrollando un proceso de metalización líquida que proporciona a los revestimientos metalizados todos los matices posibles de transparencia y gradación, en brillo o satinado, y en un vasto universo de colores.
Desde 2016, la empresa está dirigida por Bruno Pierrain, su actual propietario.
